La guerra de los diarios, no la del periodismo

Por Miguel Carvajal — 27/03/2012

“Los diarios online buscan audiencias globales”. Eso que dice The Economist vale para unos cuantos diarios, no para todos, por supuesto, y menos para el periodismo. Como se explicó en este ensayo, algunos editores están apostando por el modelo HuffPo (prensa opinativa de bajo coste), como Prisa, en España. No es de extrañar. Una de sus sacerdotisas predica por un lado que no es necesaria la carrera universitaria para ejercer el Periodismo:

El periodismo, sinceramente, no es una carrera universitaria. No contiene conocimientos teóricos suficientes para justificar cinco años de estudios.

Y luego reclama el estándar profesional:

El periodismo exige un análisis, exige proporcionar a los lectores un contexto, el retrato de un momento dado. Y eso ha de seguir unas reglas profesionales (confirmación de los datos, etc.) que pueden parecer una tontería, pero no lo son en absoluto. Son cosas muy importantes en el periodismo y muy importantes para la calidad de una democracia.

Claro, su negocio es su negocio.

Al menos, sin hacer tanto ruido, nacen iniciativas independientes, pequeñas, con ganas de ofrecer periodismo de calidad: Panenka, Jotdown, FroteraD, Libros del KO, eCícero, Orsai, etc. y los periodistas tienen más alternativas para buscar financiación: Verkami, Goteo, Lánzanos (véase la estupenda revista Amazings). O emprendedores que saben leer la melodía de los nuevos soportes, como Vis-a-Vis, revista para iPad.

No confundir: la guerra de los medios no es la del periodismo. Aunque lo vendan. Ellos tienen otras urgencias. Los mismos editores que imprimieron dinero en sus rotativas en época de bonanza ahora eternizan contratos precarios o tiran de modelos low-cost. No hay que exagerar, vale, porque en sus páginas se hace buen periodismo, pero ya no es necesario contar con ellos.