Periodismo sin corbatas

Por Miguel Carvajal — 06/06/2013

Una de las pocas cosas buenas que la profesión periodística está recogiendo de la crisis económica es la depuración del sector. Ante la ausencia de beneficios, algunos editores, antes comprometidos, se muestran ahora implacables ejecutores de despidos o recortes en áreas clave del diario. Se han quitado la careta preocupados por el beneficio, rendidos ante los poderes financieros que inflan sus sueldos millonarios.

Es una buena noticia ver que muchos periodistas creen realmente en el periodismo y buscan nuevas fórmulas para seguir haciéndolo. Han colgado la corbata y con ella la presión de trabajar con un modelo anquilosado. Ahora buscan alternativas, como la cooperativa de trabajadores de La Marea, una revista orientada hacia un público de izquierdas que salió adelante gracias a una decena de periodistas despedidos de Público, pero “con ganas de hacer un periodismo libre de intereses empresariales y políticos y de masas”. A través de una campaña de crowdfunding, recogieron el impulso necesario para fundar la cooperativa.

Además de La Marea, hace un año redactores procedentes de El Periódico de Cataluña, El País y Público, fundaron Mongolia y, a principios de 2013, parte de ellos lanzaron la revista mensual Alternativas Económicas, también como una cooperativa y con la misma filosofía. Varios meses atrás ex-trabajadores de varios diarios de Cádiz fundaron El Independiente.

No es una fórmula totalmente nueva, pero sí bienvenida: con ella buscan desvincular las redacciones de otros intereses, de forma real, pues cuentan con una base financiera independiente creada por socios y lectores. Uno de los grandes referentes de esta filosofía es el francés Mediapart: aparte de las exclusivas y de meter el dedo en el ojo de algunos ministros, en cinco años desde su fundación ha conseguido ser autosuficiente a partir de los 9 euros mensuales de sus 60.000 suscriptores. Y solo se distribuye en internet. La filosofía de este modelo la resume Pere Rusiñol, uno de los fundadores de Alternativas:

Que el periodismo no dependa del Ibex 35.

Algo similar tratan de hacer eldiario.es e Infolibre, aunque estos últimos sin embargo sí aceptan publicidad quizá por las estrecheces económicas del país y de la audiencia. Nacho Escolar, fundador y director de eldiario.es, publicó unos primeros resultados económicos que confirman la viabilidad de su proyecto: cuenta con el respaldo de 4.000 socios, solo un 5% de todos sus lectores, pero eso, más los ingresos de anunciantes, les da para mantener una plantilla de 16 periodistas y una treintena de colaboradores.

Algunas de estas apuestas son parte de eso que los británicos llaman “monetizar la ideología”. Este tipo de medios buscan un caladero de socios comprometidos ideológicamente; interesa mucho que estos proyectos cuajen, sobre todo, haciéndolo bien: que la promesa de ser un perro guardián del poder político no degenere y se convierta en el ruido de la jauría opinativa habitual. Hay que poner tierra de por medio con el modelo Hufftington Post, granjas de contenido, blogueros mal pagados, titulares caza lectores en redes sociales y refrito de contenido no original.